La Dignidad
Prisionero iraquí consolando a su hijo de cuatro años en el campo de agrupamiento de Nayaf, antes de ser evacuado con destino desconocido. (Foto de Jean Marc Bouju, tomada el 31 de marzo de 2003).
El hombre murmura palabras cariñosas mientras el niño tiembla y llora. En pocos instantes los separarán y le han cortado las esposas para que pueda abrazarlo y despedirse. El hombre sabe que quizás no vuelva a verlo, y un peso inmenso y negro le abruma, pero saca fuerzas para consolar la tristeza del pequeño.
En su gesto, en su mano izquierda en la frente del hijo, en su mano derecha descansando en su regazo hay una dignidad que nos redime a todos de nuestra verguenza y nuestra pasividad.
Maldita guerra, malditos todos, maldito yo.
1 Comments:
Ante todo decirte que me encanta el cambio azul y que te queda muy bien :)
Respecto a la foto, impactante gesto de dolor que me llena mis retinas y me inunda de impotencia. Bendito tú que no pasas por alto éstas atrocidades.
Un beso que grita paz
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